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Hacia la paridad de género en cuerpos y tribunales internacionales – Verenice Bengtsson

Hacia la paridad de género en cuerpos y tribunales internacionales. La desigualdad no es opción.

Verenice Bengtsson

En este mes de septiembre, será lanzada en la sede de las Naciones Unidas, la campaña global GQUAL, que busca promover la paridad de género en los organismos internacionales. Bajo el esfuerzo de CEJIL, con el patrocinio de las Misiones Permanentes de Argentina, Costa Rica, Noruega, Panamá y Suecia, ante la ONU, la campaña está orientada a promover la paridad de género en la comunidad internacional. Y es que la limitada representación de mujeres como tomadoras de decisiones a nivel local y a escala global, se refleja también en la escasa participación de éstas, tanto en tribunales como en cuerpos internacionales de derecho internacional y de derechos humanos.

En la conferencia “Las mujeres en el poder y en la toma de decisiones: Construyendo un mundo diferente” realizada en Chile en febrero pasado, se determinó que a propósito del 20 aniversario de la adopción de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, el 2015 debería ser un año crucial para el empoderamiento de las mujeres. Ahí se hizo énfasis en la necesidad de realizar esfuerzos para poner fin a la desigualdad de género en las instituciones nacionales pero también en las instituciones de gobernanza global, puesto que ningún país ha alcanzado la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida pública y privada. La desigualdad entre hombres y mujeres continúa persistentemente.

Las cifras

En el caso latinoamericano, la insuficiente representación de mujeres a nivel presidencial, parlamentario y judicial tiene el mismo reflejo a nivel internacional. Por ejemplo, a esta fecha, de los 7 jueces que integran la Corte Interamericana de Derechos Humanos, todos los cargos son ocupados actualmente por hombres. A través de su historia y desde su establecimiento, únicamente 4 mujeres han ocupado cargos de jueces.

Pero la disparidad no es de esta región exclusiva, es más bien global. Según los datos que aporta GQUAL, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia tiene 20 integrantes y sólo tres son mujeres; el Comité de Derechos Humanos tiene 18 integrantes, de los cuales sólo 4 son mujeres. El Cuerpo de Apelación de la OIT tiene 7 integrantes y 1 sola es mujer. La falta de paridad –indican- no afecta solamente la composición actual de los órganos, sino también la tendencia histórica. Por ejemplo, de 40 personas que han ocupado cargos en el Tribunal Internacional de Derecho del Mar desde su creación, solo 1 ha sido mujer, y de los actuales Procedimientos Especiales de Naciones Unidas que han tenido más de una persona a su cargo, 11 nunca fueron liderados por una mujer. Aún la Corte Penal Internacional cuyo estatuto incluye disposiciones para asegurar el balance de género dentro de la estructura, actualmente cuenta con que de 18 jueces, solamente 6 son mujeres.

CEJIL advierte que la elección desigual encuentra su germen en los procedimientos que a nivel nacional utilizan los Estados para presentar candidaturas. Aunque tienen el deber de no discriminar, los Estados incumplen sus obligaciones internacionales de garantizar los derechos de las mujeres a participar en el gobierno, incluso a nivel de las organizaciones internacionales.

Hacia la igualdad

Para asegurar el balance de género, podría tomarse en cuenta ejemplos que han roto de forma más efectiva con la disparidad. Por ejemplo, en el proceso de elección de jueces para el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, los países europeos están obligados a que en sus procesos nacionales de selección los Estados Partes, nominen -en su lista de 3 candidatos – al menos a uno que pertenezca al “género menos representado”. Como resultado de esta práctica, en el TEDH se vive una realidad distinta. Actualmente de los 47 jueces que integran la corte, el 40% de los jueces, son mujeres. Este se constituye en un record que no tiene parangón entre las demás cortes internacionales.

Asimismo, al seleccionar sus tres candidatos, los Estados deben garantizar que su procedimiento nacional sea justo y transparente. Para ello deben realizar convocatorias públicas y abiertas. Para garantizar que quienes se postulen tengan la idoneidad, éstos deben tener experiencia y calificaciones jurídicas apropiadas.

Y eso exactamente es parte de lo que GQUAL pretende destacar. No solo se trata de que exista más representación igualitaria y que los procesos sean transparentes, sino también que quienes ocupen los cargos sean mujeres calificadas para su desempeño. Para lograrlo, el trabajo que se realice con los gobiernos, organismos internacionales y sociedad civil debe ser articulado.

Por ello se requiere la participación activa no solo de tomadores de decisiones, sino también de todos. hombres y mujeres que se sientan identificados con esta campaña, a fin de que nuestros países apoyen y promuevan la igualdad y un balance de género en tribunales y cuerpos internacionales. Probablemente este será el año en que veremos a una mujer convertirse en Secretaria General de la ONU. Promover y difundir información , pedir a nuestros gobiernos un rol activo, así como formar parte de la campaña es una responsabilidad que está en nuestras manos. El objetivo final es “Un mejor balance para una mejor justicia”. #Changethepicture.

[1] Verenice es abogada hondureña, magister en estudios políticos globales con especialización en Derechos Humanos por la Universidad de Malmö. También ha realizado estudios en la Universidad de Lund sobre Derechos Humanos y “El Modelo Escandinavo de Género, Clase, Etnicidad y el Estado de Bienestar”. Vive en Suecia. Tw: @verenicebengt

Para ver la versión completa, haga clic aquí.

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